La gravísima crisis sanitaria que afrontamos a nivel mundial
también afecta a nuestra pequeña comunidad.
Se está poniendo en evidencia la interrelación entre
ciudadanos del mundo. Ya nada frena una infección por muy remoto que haya sido
su origen. También es evidente lo esencial que se ha revelado la actuación
conjunta de los dirigentes y ciudadanos. Ninguna comunidad por muy pequeña que
sea deja de tener importancia en la resolución de la crisis. Sin la actuación
de todos sabemos que no sería posible la resolución de esta gravísima crisis. Un solo ciudadano infectado en una pequeña localidad extiende la infección tan rápido como la pólvora.
Nuestro Ayuntamiento, como las autoridades nacionales y
autonómicas, nos está dando indicaciones precisas y los minglanilleros estamos
obligados a cumplirlas a rajatabla. Ninguno de nosotros puede ser causa de
ampliar la infección. Los ancianos tienen necesidad imperiosa y los jóvenes
tienen también necesidad de no ser transmisores. Tampoco ellos están exentos de
peligro.
La crisis económica va a ser monumental y todos lo notaremos
y todos vamos a tener que arrimar el hombro.
Hace poco, nuestro Alcalde informaba de actos incívicos con
las instalaciones municipales de las que todos nos beneficiamos. Destrozos que
menosprecian el esfuerzo de crear estos servicios, mantenerlos y reponerlos. No
ha sido desgraciadamente la única vez que ha sucedido.
Nuestro pueblo no puede permitirse la agresión a la
ciudadanía de estos vecinos incívicos. Ellos, los que sufren en silencio estos
actos, callándose a pesar de saberlos, todos los demás que los sufrimos no
vamos a tener recursos para solventarlos. No los permitamos.
Creo firmemente que sí será la última. Este virus nos va a
hacer que todos nos replanteemos nuestra vida. Lo verdaderamente importante va
a aflorar en los adultos y en los jóvenes. Ya lo está haciendo. Nos quedamos en
casa por nosotros y por los demás, ciudadanos asiáticos nos regalan mascarillas
y equipos de reanimación, la gente se ofrece a ayudar. Ya lejos de los que
acapararon material quizá para obtener beneficio. El civismo se va a incrementar. Ninguno de
nosotros ya va a consentir ni admitir los actos incívicos e insolidarios. Esta
crisis nos va a hacer mejores. Nuestra
sociedad va a crecer en los valores comunes a todo ser humano,
independientemente del lugar de nacimiento, edad y opinión.
Que así sea.
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