Habría que mirar con inquietud que 4 de cada 10 vecinos de
nuestro pueblo que han decidido hacernos llegar su impresión a través de la
encuesta de minglanillaweb sobre lo que han observado del cumplimiento del
confinamiento obligatorio (y obligado) que todos debemos seguir, opinen que
nuestros convecinos no lo cumplan convenientemente. Por supuesto que la muestra
no es representativa y carece de rigor en la metodología…pero ahí está. cuatro
de cada diez lo piensa y eso debe ser por algo.
Seguir las normas no ha sido ciertamente nuestra mejor
virtud colectiva pero en este caso no puede comprenderse, más sabiendo también
la solidaridad que demostramos en los casos importantes y buena muestra son las
palabras de agradecimiento de nuestro Alcalde a la colaboración de los
ciudadanos de Minglanilla en esta crisis desinfectando, ayudando, aportando
maquinaria y trabajo personal.
En un pueblo como el nuestro es mejor no empezar a
contabilizar infectados. No nos conviene. No le conviene a ninguno, pero a los
pequeños aún menos. Un solo caso se convertiría en pocos días en un porcentaje
de afectados de proporciones importantes. Coincidimos en todos los sitios y
conocemos a todo el mundo con los que podemos hablar y contactar de alguna
forma.
La infraestructura sanitaria en nuestra región y provincia
ya es bastante limitada. El hospital de Cuenca y sobre todo el de Albacete ya
están al borde de la saturación y sin duda una infección amplia entre nosotros,
que estamos tan interrelacionados por los orígenes familares no podría tener la
atención que este gravísimo virus requiere de la sanidad pública. Pensemos que
además de los atendidos por el Covid 19 la sanidad pública debe atender todas
las demás urgencias y casos importantes ordinarios que se pueden presentar.
Casos hay de pueblecitos en España e Italia con identidad
similar a la nuestra que lo pueden corroborar.
Pensar que estamos exentos por el hecho de estar insertos en
una pequeña comunidad es un querer engañarnos. Un funeral fue el foco en Haro y
un acto religioso lo fue en Torrejón. Una negligencia como reunirnos un grupo
de amigos al amparo de esta costumbre tan nuestra puede llevar a la muerte a
vecinos nuestros.
Si no nos quedamos REALMENTE en casa aislados por civismo,
hagámoslo por solidaridad o, en último término por el egoísmo de no formar
parte de esta macabra lotería que vemos cada mañana.
Esperemos que seamos capaces de reaccionar cuando aún
estamos a tiempo.