sábado, 18 de abril de 2020

EMERGENCIA


Que España está en emergencia por su estado crítico debido a la pandemia Covid 19 no hay duda. Que las emergencias necesitan planes de choque excepcionales tampoco se cuestiona, por eso es imprescindible un acuerdo de urgencia entre todos los sectores con capacidad de decidir en el país.

Por lo que respecta al estamento político debería aparcar sus programas de partido. La prevalencia de  la opinión experta es prioritaria ahora y ojalá se mantenga ya en el futuro para temas tan relevantes como lo es éste.

Los grandes acuerdos suponen grandes desilusiones porque nadie puede sacar adelante todos sus planteamientos. Todos tienen que aceptar renuncias importantes. Esa es la grandeza de la discusión.
La U.E. ya lo ha puesto en evidencia cuando apenas ha iniciado su acuerdo entre los países miembros. Es natural que el Norte no esté de acuerdo con el Sur, como lo es que los países más afectados reivindiquen con más vehemencia la solidaridad de todos. Es natural que el acuerdo no contente a nadie. Lo que se espera es que se produzca finalmente y que ayude realmente  a la supervivencia de Europa. Y seguro que llegarán a acuerdos válidos y útiles.

Algo similar es esperable a nivel doméstico. Los convocados al gran pacto deberían aparcar sus metodologías estrella, porque los objetivos no será difícil consensuar pero sí el cómo alcanzarlos. Todos tendrán que cortar de raíz los planteamientos programáticos de partido porque no serán válidos en las conversaciones. Los expertos tendrán que tomar asientos preferentes en este diálogo. La economía, la salud, el empleo, la atención social, la recuperación, la sostenibilidad, la prevención. La visión experta tampoco será unánime pero el saber, el razonamiento y la experiencia ayudarán a consensuar más rápidamente que los interlocutores políticos.

No empiezan bien los prolegómenos. La oposición hoy critica duramente las acciones de gobierno en esta crisis llegando al ridículo en su propio ensalzamiento al poner en la balanza los miembros de su partido que están colaborando activamente desde sus puestos de sanitarios o voluntarios, como si no los hubieran en los demás partidos. Todavía no son capaces de discriminar el interés común que dirigen a estas personas y que no tiene que ver con el partido donde militan  y el gobierno de hoy lo hizo así mismo con el que hoy es oposición en la anterior crisis del ébola, demostrando ambos así la incapacidad de crear sentido de estado. Tampoco lo hacen bien algunos independentistas al poner la independencia sobre esta mesa que no va de eso. Y, en fin, aún peor lo están haciendo los partidos que directamente se han autoexcluido del pacto, poniéndose así por encima del bien y del mal. No creo que calculen bien sus intereses, pues seguramente pasarán a ser cadáveres políticos para los ciudadanos, ansiosos de ver acuerdos de estado, alturas de mira. Afortunadamente hay alguna excepción, como el apoyo de Mas Madrid al Alcalde de Madrid.

Necesitamos unos políticos que renuncien a favor de un pacto de estado para luchar por el futuro de todos y en el que inevitablemente estaremos también todos los ciudadanos implicados. Ahora es esto lo que toca. Después, lo que corresponda en cada momento.

domingo, 5 de abril de 2020

LAMER Y MORDER


Un reciente artículo en la prensa informaba y ponía en evidencia la diferente actitud que había adoptado la oposición política en España con el resto de países de la Unión Europea en la crisis del Covid-19. Nuestra oposición se había mostrado crítica con las medidas y el trabajo gubernamental. Sin embargo, la oposición en Europa se había manifestado sin fisuras en el apoyo a sus respectivos gobiernos en la gestión de la crisis.

Para muestra un botón. Ante el anuncio de la Ministra de Exteriores de que Turquía había requisado un avión que transportaba equipo sanitario a diversas comunidades de España aduciendo que su país lo necesitaba, nuestros principales líderes de la oposición se mostraron críticos y, desdiciendo la actitud del Ministerio de Exteriores propusieron duras medidas como la denuncia internacional de robo del material o retirada del Embajador turco en Madrid, es decir romper relaciones diplomáticas con Turquía. Sólamente Ciudadanos pidió la recuperación de esa carga. Finalmente Turquía desbloqueó el envío tras las gestiones del Ministerio. Funcionó aquello de que “se consigue más lamiendo que mordiendo”

Nos parece lamentable la crítica política en estos difíciles momentos. Se apela continuamente al sentido de Estado, al apoyo pero de inmediato se añaden las condiciones, se mencionan las comisiones de investigación, la ineficacia.
No parece procedente en este momento esa actitud oportunista, insolidaria e incluso tediosa y exasperante para la ciudadanía por reiterativa. Es hora de cumplir con lo que se dice, remar en la misma dirección.