domingo, 30 de agosto de 2020

OCULTAR TODO DE...

 




Esta situación que estamos sufriendo no deja de proporcionar situaciones desconcertantes un día sí y otro también.

Ciertamente tenemos razones para el desánimo a la vista del incremento de casos Covid cada día y podría entenderse el enfado con nuestras administraciones que no aciertan en las medidas, pero también con muchos de nuestros conciudadanos que no cumplen las normas. Con todo, la nueva oleada de negacionistas, médicos por la verdad, y otras tribus que nos atacan en las redes sociales sobrepasa toda capacidad de comprensión.

El razonamiento más utilizado parece ser la minimización de la letalidad del coronavirus comparándolo con otras enfermedades comunes como el cáncer o la gripe, o por otras causas como el tabaquismo o los accidentes de carretera. No está justificado, pues la alarma, aquí no pasa nada, para qué las mascarillas y todo lo demás. Eso por no hablar de los que niegan directamente que el “bicho” exista (y esto a pesar en algún caso que la madre murió de esto).

Claro está que la gente que comparte estas razones no se para a pensar un minuto, porque si lo hiciese se daría cuenta que hace muchos años se está luchando contra el cáncer, por ejemplo, y en este sentido ha habido importantes avances; o que los gobiernos implementan planes para luchar contra la siniestralidad en las carreteras, se imponen normas de tráfico, se mejora la seguridad de los vehículos, se hacen mejoras en las carreteras. Es decir, se tiene en cuenta y se ponen medios. Ninguna de ellas provoca la saturación de los medios sanitarios porque ya está prevista su incidencia en la población. No sucede esto con la pandemia Covid 19 que es totalmente nueva, se extiende rápidamente, produce efectos devastadores en buena parte de la población y no tiene antídoto ¿Por qué una pandemia extraordinaria no ha de contar con medidas extraordinarias? ¿Cómo se puede negar las muertes y secuelas que se ven, que son relatadas en primera personas por familiares y afectados?

Las organizaciones colegiales de médicos han puesto el grito en el cielo y exigen contundencia con estas tribus negacionistas por el daño que están causando en la colaboración ciudadana.

Aún recuerdo que las ganas de fumar nos hacían aferrarnos a la teoría de que “también mueren los que no fuman”

No sé si habría que tomar medidas, seguramente con los profesionales de la medicina sí, no tienen derecho a ejercer ese dañino derecho de opinión, pero en todo caso, yo con mi Facebook ya las estoy tomando. Cada vez que veo algún comentario de este tipo, utilizo el “Ocultar todo de…” y en paz.

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