jueves, 19 de marzo de 2020

STOP Y CORONAVIRUS


Dicen los expertos que la peligrosidad de no detenernos en un stop con visibilidad no es tanto el poder colisionar con otro coche, que todos sabemos que es posible, como el poder acostumbrarnos a esta actuación y automatizarla. Porque a fuerza de costumbre tampoco lo llegaremos a hacer en algunos stop sin visibilidad. Y aquí sí que tenemos peligro de colisión fatal. El ser humano es un ser de costumbres, debemos cuidar las buenas y eliminar las nocivas. Debemos ser ejemplo de los menores que aprenden de nuestros actos.

Quizá algunos puedan pensar que en las calles desiertas es fácil desahogar siquiera brevemente el encierro que se revela prolongado. El no encontrarte con nadie “disminuye el peligro de contagio”. En pueblos como el nuestro que está como todos “en medio del campo” es fácil hacerlo en caminos intransitados. Y sin embargo es muy peligroso. Como en el caso del stop, el peligro está en la costumbre que puede hacernos llegar a olvidar por qué estamos confinados en casa. El no encontrarte con nadie puede llegar a ser con “casi nadie”, con “algunos”, con “varios”… En la actual crisis, China nos ha demostrado que es posible llegar a superar este gravísimo problema con disciplina férrea.
Ahora toca quedarnos en casa y nada va a justificar el incumplimiento.

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