Minglanilla se ha mantenido libre de coronavirus hasta que el 11 y 14 de octubre el Centro de Salud y Ayuntamiento nos advertían de la detección de 4 casos.
Si el artículo anterior en el blog celebraba la resistencia
de Minglanilla, toca hoy lamentar estas infecciones que debe preocupar a todos nosotros en la misma forma que el
Ayuntamiento ha manifestado en sus publicaciones. Miércoles y jueves procederá
a desinfectar con ozono comercios y edificios públicos y eso nos proporcionará
más tranquilidad y seguridad.
Pero no conviene olvidar que todos debemos afrontar el
problema en la seguridad que los pequeños o grandes descuidos o, peor desdenes
de nosotros los vecinos de todas las edades, ayudan enormemente a propagar las infecciones y a
poner en peligro nuestro bienestar y seguridad.
El enemigo no tiene por qué estar fuera, puede alojarse en
nuestras casas y aprovechar nuestras pequeñas celebraciones y reuniones
familiares. Lo sabemos y cerramos los ojos creyendo que es inevitable, pero
realmente no lo es. Podemos, debemos poner en cuestión nuestras costumbres
porque estamos en una emergencia y nos debemos a los demás. Sabemos que este virus no es una broma.
No salgamos sin motivo y sobre todo sin mascarilla bien
colocada. Pero no es esto todo. Aún tenemos que recordar que la distancia
social es imprescindible. Merece la pena un esfuerzo para que podamos dejar de
hacerlo después.
Si yo soy el problema, yo también soy la solución. Como dice
el comunicado oficial, esta lucha la ganaremos unidos. Adelante, Minglanilla.
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